Sylvie Viaud-Elien, nacida en París, lleva más de 30 años viviendo en Haití, donde actualmente ejerce de maestra en el Liceo Francés de Puerto-Príncipe.
Su gran pasión es la pintura, campo artístico en el cual ha logrado crear un fuerte estilo propio, producto de su bagaje cultural y del imaginario de su tierra de adopción.
Sus incursiones en la literatura también apuntan generalmente hacia esta técnica, si bien el relato que bríndamos aquí retorna particularmente a sus orígenes y es fruto de su profundo amor a la literatura. El Clan Napok, inédito en su versión original francesa, es su primera obra literaria publicada.
Pablo Rafael Prestifilippo Lajud-Cura (1960-2008) nació en Buenos Aires.
Se licenció en Medios de Comunicación Social y trabajó en agencias de publicidad del año 1982 al 1989. Posteriormente realizó ilustraciones para revistas (Noticias, Play Boy, Greca, Cosmopolitan) y en 1993 publicó su primer libro para niños en Argentina.
A partir de ese año, y ya afincado en Barcelona, trabaja fundamentalmente en la creación de libros infantiles como ilustrador y escritor.
En 1998 el libro El Abrigo, creado en colaboración con Angeles Jiménez, ingresa en la Lista "The White Ravens" de la Internationale Jugend Bibliothek de Munich.
En 2003, fue galardonado en México por el libro ¿Qué te picó la hormiga de los pies a la barriga?
Su inconfundible estilo lleno de humor se complementa a las mil maravillas con el texto de Sylvie Viaud Elien.
Cuando se tiene en la familia como misión preservar una extraña especie traída de los confines del mundo no es fácil. Si encima esta especie tiene la particularidad de alimentarse a base de libros y de vez en cuando transformarse en los personajes de esos libros devorados, eso crea situaciones de lo más embarazosas.
En este imaginativo relato, Sylvie Viaud Elien rinde un divertido homenaje a la literatura, sazonado con un toque científico que le dan las sutiles y desenfadadas ilustraciones de Pablo Prestifilippo. Un lúdico y original recorrido por la historia del siglo XX, tanto para jóvenes como para adultos.
Si Ray Bradbury hubiera conocido a los Napoks, otro Fahrenheit le cantara…
Tras varias pruebas de laboratorio, se ha constatado que la lectura de este libro provoca dos reacciones:
1/Una hilaridad que las personas que están cerca pueden considerar sospechosa.
2/ Un progresivo mimetismo hacia los Napoks.
Puesto que esta última reacción tiene consecuencias imprevisibles, se aconseja elegir de manera escrupulosa los demás libros del entorno del lector. Para evitar a los padres ciertas sorpresas, se recomienda encarecidamente mantener esta obra maestra fuera del alcance de los niños.
Estrictamente reservado a adolescentes y adultos.
Julie no creía ni remotamente que el napok hubiera leído “Los miserables”. Hasta el día en que se tumbó hecho una bola sobre el libro, nada lo había diferenciado de los demás. Pero los otros, ¿eran simples animales o tenían también esta extraña particularidad? Obtuvo parte de la respuesta al cabo de unos días cuando el otro napokito se tumbó en bola sobre: “El jugador” de Dostoievsky. Era el momento de realizar una experiencia: cuando se quedó profundamente dormido tras la ingestión literaria, Julie depositó una ruleta y unos dados extraídos de un juego de sociedad. La experiencia fue concluyente: apenas se había despertado cuando Julie lo encontró sumido en la fiebre del juego… ¡Imposible quitarle su ruleta, que hacía girar a una velocidad enloquecida después de echar los dados con el gesto de un profesional! Esta vez, ya no había lugar a dudas… Cualquiera que fuese el procedimiento, era evidente que absorbían el contenido con el continente. Por simple precaución, Julie mandó retirar todos los ejemplares de “El jugador”… No tenía ninguna intención de abrir un garito.